El día de ayer, Martes 23 de Abril, las calles de todo el País se concentraron con estudiantes, docentes, políticos, sindicalistas, personas de distintas profesiones y edades, no hubo distinción de clases sociales. Una jornada memorable mostró a un pueblo unido, con resistencia pública, y en defensa de la educación.





¡La educación pública resiste!
El Presidente Javier Milei le aplicó al presupuesto de las universidades su MOTOSIERRA, lo que molestó a quienes lo votaron y a quienes no lo hicieron, y peor aún con sus comentarios: la educación pública ha sido “un mecanismo de lavado de cerebro que ha hecho mucho daño a la gente” y acusó a la Universidad de Buenos Aires (UBA) de funcionar como un centro de adoctrinamiento.
Y apenas terminó la marcha federal en defensa de los presupuestos para las universidades, el Presidente realizó un posteo en redes sociales: “Lágrimas de zurdos”, “Día glorioso para el principio de la revelación. Quien quiera oír (ver) que oiga (vea). Viva la libertad carajo”, escribió en el pie de la foto que publicó, en la que se puede ver a un león bebiendo de una taza.
Lo cierto es que la educación nunca fue un punto importante en el discurso de Milei. En la campaña propuso “ir en el largo plazo a sistemas privados” en todos los niveles, pero dejó desinflar esa consigna a medida que avanzaba en la carrera hacia el poder. Al asumir, devaluó Educación a una secretaría del Ministerio de Capital Humano. El 1 de marzo, no incluyó siquiera una mención a la cuestión de la enseñanza cuando planteó los lineamientos del Pacto de Mayo con el que se propone impulsar el desarrollo de la Argentina.
Aunque tarde, el Gobierno resolvió separar las aguas. Milei bajó la orden de no atacar a los estudiantes. “No digo que no sea algo genuino de los alumnos, que están preocupados y son a quienes defendemos. Es genuino lo que hacen y los reclamos que puedan considerar, pero no consideramos genuino que desde un escritorio se incentive este tipo de cuestiones”, dijo el vocero Manuel Adorni, al elegir rival.
Negó el desfinanciamiento de la educación superior que motorizó el reclamo. Enfatizó que el Gobierno ya había aumentado las partidas, en alusión a los giros que se aprobaron en los últimos días vinculados a los gastos operativos de las universidades. “La cuestión presupuestaria está saldada”, zanjó, con la misma certeza con que el día anterior afirmó que “si el Presidente dijo que hay cinco perros son cinco perros y se terminó”. El 90% del gasto de las universidades, sin embargo, corresponde a salarios de docentes y auxiliares, cuyas asignaciones no se han modificado desde la prórroga del presupuesto 2023.






Una multitud estimada en más de 15 mil personas marcharon ayer en el centro de la capital salteña en defensa de la educación pública y en reclamo de más presupuesto para las universidades nacionales. La movilización partió desde el Monumento 20 de Febrero y circuló hasta la Legislatura, donde sesionaban los diputados, que recibieron una copia del documento «La Universidad Pública: base de la democracia y el desarrollo social», y finalmente culminó en la Plaza 9 de Julio, donde se leyó el escrito consensuado a nivel nacional por el Frente Sindical de Universidades Nacionales, la Federación Universitaria Argentina (FUA) y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN).
El vicerrector de la UNSa, Nicolás Innamorato,encabezó la marcha acompañado por las autoridades de las facultades, representantes de la Asociación de Docentes e Investigadores (ADIUNSa) y la Asociación del Personal (APUNSa) de la Universidad; además del colectivo de estudiantes.
Desde Plaza de Mayo, representantes de las universidades leyeron un documento de reivindicación a la educación superior pública y gratuita y expresaron duros cuestionamientos a los recortes del Gobierno.



Además, se pudo destacar que no hubo accidentes como en otras movilizaciones, si bien pudo existir quejas por parte de algunos conductores, ninguna discusión terminó mal.
Dentro de muchos testimonios, padres de los estudiantes que acompañaron a sus hijos, agradecieron lo que significó la educación pública en sus hogares. Para muchos era, tener a algún familiar recibido de la universidad era un sueño, porque no podían pagar millonarias cuotas.
Hay ajustes que son necesarios, pero no siempre hay que ajustar con motosierra: a veces debe usarse un bisturí. Así, sólo se consigue abrir una nueva grieta, que suma problemas y evita soluciones.




(Las imágenes fueron extraídas de distintos medios locales y nacionales.)